Serbulo

Hijo de Cándido, el cerebro de la dinastía Basoco, que se inició en Arnedo hace más de tres generaciones y se expandió por La Rioja, País Vasco y Navarra.

Se involucró en la industria del calzado con 18 años. A Pamplona llegó en 1971 a fundar una de las primeras zapaterías que hubo en la ciudad, época en la que recuerda las enormes filas que hacía la gente para entrar a comprar zapatos en su tienda. “La tradición que teníamos con los zapatos era que vendíamos bueno, bonito y barato, ahí estuvo parte del éxito”.  Luego de Calzados Basoco, vino la creación de Cándido, que tras más de tres décadas operativa, cambió su nombre por BSC en 2018 y actualmente es la cara moderna de Calzados Basoco.

A Serbulo se le conoce por su entrega y dedicación a un comercio que ha construido un patrimonio no tangible en Pamplona, en el que se reconocen y han tenido contacto la mayoría de pamplonesas y pamploneses.

Juan Carlos

Con Calzados Basoco completamos “47 años de experiencia en el sector, tres generaciones al servicio de su clientela más fiel”.  

Hijo de Serbulo y una de las caras más conocidas de este comercio, empezó con 21 años y ha visto madurar el comercio familiar, que tras librar con fortuna los difíciles momentos que atravesó la economía española con la crisis del 2008, hoy se vigoriza y expande.

Enrique

Los que tenemos la suerte de tener un negocio familiar de tantos años, es un privilegio. Después de trabajar varios años en el exterior y para otros, aprendes a apreciar lo que es tener un negocio propio y trabajar para tus ideales. El sufrimiento es mayor, pero las recompensas hacen que, sin duda, valga la pena.

Por la situación actual del mercado laboral, los jóvenes tenemos que ser muy conscientes y echarle muchas ganas al trabajo, reinventarnos, y a pesar de las dificultades, echar para adelante, trabajar muy duro, innovar y creer en lo que debemos hacer, y, a pesar de las dificultades, creer en nosotros mismos y arriesgar. El éxito reside en aprender de los fracasos y de los aciertos.

Tere

“Empecé con 14 años y era una niña, llevo 45 años en la empresa, primero estuve con el padre y ahora la renovación con los hijos, y ahora lo que me queda, espero terminar aquí.

Me gusta estar de cara al público y con la gente. Siempre he tenido clientas muy fieles que si hay mucha gente me han esperado a que les atendiese. Y ahora, lo gracioso es que vienen las hijas de esas clientas con sus hijas, ósea con las nietas de mi primera clienta, porque son fieles a Calzados Basoco”.

Loly

Una de las integrantes del equipo con más experiencia. “Tras 31 años cara al cliente se acaba conociendo a la gente y a ti misma”. Junto con Tere han creado lazos con clientas y clientes que van más allá de una venta.  Cada día a las tiendas vienen preguntando por ellas personas que reconocen su trato y conocimiento en el sector.